miércoles, 29 de agosto de 2012

"A cualquier efecto", poema hecho carne

Gozo de una especial tendencia para mantenerme lejos de donde está el poder y de quienes mandan, y seguramente esto es malo, porque así no se progresa en la vida (tampoco sobrevaloremos esto: sin duda, los que mandan tampoco me quieren a su lado). En una recopilación de poemas que titulé "Cuaderno poético del bolchevique sentimental", publiqué esta cosita que releo hoy y... que tiene un pase. O a mí me lo parece.
Feliz semana.


A cualquier efecto


Se reunieron los más sabios,

es decir, los más adinerados, poderosos e influyentes,

en torno a una gran cena acompañada del mejor vino.

A la hora de los postres, que es cuando se salvan las Patrias,

anunciaron su decisión:

tras mucho meditar,

concluyeron

que la Tierra era plana.

Aplaudieron el descubrimiento y se ofrecieron puros unos a otros, felices,

para celebrarlo.

Me atreví a sugerirles, desde la mesa vecina, que quizá eso no fuese del todo exacto,

y desde entonces me consideraron hombre muerto para ellos.

A cualquier efecto.

sábado, 25 de agosto de 2012

OTRA VEZ TOROS EN TVE

Llegó el PP al gobierno con la misión de arreglar el desaguisado económico que sufrimos con el gobierno del PSOE, pero... en el lote venía todo, no sólo la cosa de los números (en la que se supone que los de derechas tienen más práctica: llevan más siglos contando billetes). La primera declaración del Ministro de Educación y Cultura es que había que subvencionar más el mundo del toro (curioso, cuando de lo que se trataba era de recortar por todas partes, según decían). Luego, con el tema de las universidades, se ha visto el mensaje completo, que entronca con Fernando VII y la lucha antinapoleónica (¡otro gallo hubiera cantado en este país con Napoleón triunfante!): cerremos universidades y abramos escuelas de tauromaquia.
Y vinieron los michelines anexos a la Economía (no entro en las medidas económicas, no entiendo de Economía, pero cantidad de cuestiones a las que se dijeron que no fueron que sí, para regatear a los hombres de negro, dicen): Educación para la Ciudadanía a freir puñetas, trasvase de gentes de Telemadrid a TVE o recuperar a viejos mitos periodísticos urdacinianos, cargarse a la mefistofélica Ana Pastor, modificaciones en tema de aborto que devuelven la cuestión a antes de 1985, ministros que rezan a la Virgen del Rocío para ver si nos echa una mano o que manejaban dineros y armas en su actividad profesional y ahora siguen en ello, menos subvenciones al cine o a según qué cine y más a los colegios concertados, o a según qué colegios concertados, educación sexual fuera de las escuelas (mejor a las casas de putas, como Dios manda...) y la gran campanada cultural... ¡otra vez toros en TVE! Como Dios manda. Si pudieran resucitaban a Don Matías Prats, para narrar las corridas, y serviría para narrar  también los goles de la Roja (como hizo con Zarra en su día).
Escribió mi admirado "Pacumbral" que a la España eterna se entraba por el callejón de una plaza de toros, entre olor a perfumes de marca, a mierda de caballo y a sangre de toro.
Seguramente es así. Faltan Manolo Escobar, Julio Iglesias y Raphael en el sábado noche, las pelis de Paco Martínez Soria en Cine de(l otro) barrio, la Esteban, Yola y Ana Rosa pontificando de política o McNamara hablando de Dios Padre. Al tiempo...

PD: Sánchez Gordillo da mala imagen de España fuera, dicen nuestros jefes. Sí. Pero también tantos otros que no se quitan la corbata o los tacones en todo el día, y miramos para otro lado o les pagamos el tema. Somos un país de quinta categoría y es lo que hay por todas partes. Firmado: un bloguero de quinta categoría

sábado, 18 de agosto de 2012

"CAMBIO DE PERSPECTIVA", UN POEMA QUE ME INQUIETA

En mi trabajo "Desde el otro lado del espejo" incluí un poema con el que me ha sucedido algo curioso: en ocasiones, releído con perspectiva, me ha provocado cierta escalofrío en el alma, pues he vivido posteriormente a su publicación situaciones que podrían ser reinterpretadas a la luz del poema, claramente anterior a las mismas.
Siempre que me acontece esto (ni es la primera vez, ni es el único poema con que me ocurre) me quedo algo desconcertado. Con este poema me sucede con más frecuencia... En fin...


Cambio de perspectiva




Pasaba tantas horas rezando,

arrodillado,

mañana, tarde y noche,

pidiendo a Dios tanto y tan noble todo

que

llegó un momento en que

fue incapaz de cambiar de postura

y no pudo volver a ponerse más en pie.

lunes, 13 de agosto de 2012

"DE LIBRERÍAS", UN VIEJO CUENTO PUBLICADO EN EL DIARIO SUR (ERAN OTROS TIEMPOS...)

Hubo una época en que el Diario Sur publicaba algunas cosillas que yo les mandaba. Todavía no había pasado por el columnismo en Diario Málaga y publicarme alguna cosa era inocuo. Era como sentar a un pobre a la mesa: así estaba neutralizado y contento (iba yo, con mi periódico, muy contento de ver mi texto impreso). Allí, junto a las esquelas, salieron algunas cositas mías. Me auto-justificaba: cumplía una misión social, porque cuanto más largo fuese mi trabajo, menos esquelas. Es decir: menos muerte en la provincia gracias a mí.
Luego ha llovido tanto con el Diario Sur...
Hoy pesco con la "ciber-caña" un viejo cuento que publiqué en "Sur", que a lo mejor está de cierta actualidad con la crisis y cierto político andaluz que tiene tiempo para las actividades más heterogéneas...
"De librerías". ¿Vienen conmigo?


DE LIBRERÍAS


Mientras mi compañero me esperaba fuera con su cara más fiera, yo entré muy decidido a la librería aprovechando que, debido a la hora que era, no había clientes. Había que hacerlo: necesito leer, no puedo pagar tanto dinero y las bibliotecas no me ayudan del todo (los parados estamos discriminados también en esto, como en tantas otras cosas). Puse mi peor cara de malo y encañoné al dependiente con la pistola, espetándole un chulesco “esto es un atraco y no vaya a hacer tonterías; si sigue mis instrucciones no pasará nada”. El hombre, asustado, acudió mecánicamente a abrir la caja registradora, así que tuve que frenarlo. “¿Quién le ha dicho que la abra?. Siga mis instrucciones, hombre, y no se busque problemas”. En ese momento desnudé mis intenciones: “Va usted a buscar por ahí todo lo que tenga de Benedetti y de Reinaldo Arenas. Y no quiero ediciones de bolsillo si no es estrictamente necesario: para llevarme libros de bolsillo no merece la pena montar este tinglado. Y todo lo que vaya encontrando, me lo va dando, por favor”.

El dependiente comenzó a buscar los libros uno detrás otro y me los iba pasando. “Los cuentos de Benedetti los tiene reunidos aquí hasta 1994, aunque hay que añadirle "Buzón de Tiempo”. “Perfecto, añádalo”. Y me lo pasó también. “Coja por aquí, además, "Quien de nosotros", "La tregua", "Gracias por el fuego", "La borra del café", ah, y "Pedro y el Capitán" también, que es teatro del bueno”. “Muy bien”. “La poesía, en estos dos tomos, tiene hasta 1991, y aquí tiene el Inventario III”. Todo me lo iba pasando, y yo iba guardando en mi mochila. “El Benedetti ensayista imposible, ¿no?” “Totalmente. Y de Benedetti no me queda ya nada más. De Arenas, vamos a ver, no tengo mucho tampoco. ¡Ah, sí!, "Celestino antes del alba" y "El portero”. Yo iba cogiendo también estos libros. “Fundamental para conocerle es "Antes que anochezca", y de interés también "El color del verano" y "El palacio de las blanquísimas mofetas", pero desgraciadamente, ya no me quedan”, me dijo totalmente afectado. Así que cogí las memorias, recordando que sobre esto habían hecho una película de la que todos hablaban pero que nadie había visto del todo, y de la que importaba más el tal Bardem que el propio Arenas. “Y de poesía andamos mal: no tenemos ni las poesías completas ni siquiera la edición de Seix-Barral de "El central”. “Bueno, no se preocupe, ya tengo lectura para un tiempo. Además, ése creo que lo encuentro en la Biblioteca de la Diputación”. “Seguramente”, me confesaba el dependiente, cada vez más integrado y cordial, al ver que mis gestos dejaban de ser los de un atracador para ser los de otro lector cualquiera, aunque un tanto especial.

“Por cierto, de Umbral ¿qué me recomienda?”, le comenté, aprovechando el clima de confianza. “Hombre, para mí es único, pero entiendo que repela, especialmente a las mujeres. Lo puede descubrir como novelista íntegro en "Mortal y rosa" (y me pasó una edición muy buena). Además, le recomiendo que lea "Las ninfas" y "Leyenda del César visionario", así como uno relativamente menor, pero excelente: "Las señoritas de Aviñón” (y me los iba pasando todos). “Si desea profundizar más, venga a verme otro día, pero sin amigos en la puerta, ¿vale?”, me dijo guiñando un ojo. “Sin amigos en la puerta, palabra”, prometí.

A estas alturas, ya teníamos confianza el dependiente y yo, y creo que ya intuía que la pistola que yo llevaba (a la que otros en mi situación llamarían pipa) no era más que un encendedor. Mi compañero, fuera, cumplía su labor: “todavía no está abierto hoy, señora, es que estamos redistribuyendo unos libros” (y no mentía; si lo escogí para esto fue no tanto por su aspecto de portero de bares de copas como por su agilidad verbal). Por eso, creo que se ganó su parte: “oiga, ya que tenemos cierta confianza usted y yo, búsqueme también una edición aceptable de "Crimen y castigo”, le dije con cierta ternura. “Creo que mi compañero se la ha ganado”. Buscó y me sacó una edición bastante decente.

“En fin, amigo, todo un placer tener tratos con usted”, le dije, cargando todos los libros y guardando la pistola. En ese momento, observo cómo se le cae la cartera al suelo, y cómo asoman unos billetes de los grandes de la misma. Obviamente, yo no soy ningún ladrón y le advierto del hecho. “Hombre, muchas gracias”, me comenta sorprendido. “No hay de qué. Si se lo digo es porque hay mucho malo por ahí suelto, no vaya a ser que algún malintencionado se le lleve el dinero. Buenos días, y gracias por la atención”.

“Buenos días”, me responde cortésmente el dependiente mientras salgo de la librería. Supongo que, acto seguido, llamaría a la policía, superando cierto cargo de conciencia. O quizás seguía siendo el romántico que imagino que era y colgó antes de que cogieran el teléfono desde el otro lado. Por otra parte, es lo que yo hubiera hecho.

Una vez en la calle, comprobamos que soplaba viento, e, incluso, que comenzaba a llover. El tiempo es que está loco y no te puedes fiar. Menos mal que llevábamos lectura.

jueves, 9 de agosto de 2012

"DUDAS METROPOLITANAS", UN POEMA QUE EXCEDE DE LAS ENTRAÑAS DE LA TIERRA


Cuando tomo el metro (también me sucede con los trenes) casi nunca acierto con la puerta de salida del vagón, si es la de aquí o la de allí (ya sea en Madrid, ya en París, Barcelona, Roma, Seúl o en la mismísima chimbamba). Para terminar de arreglar el asunto, cuando salgo de la parada lo suelo hacer por la boca más lejana a donde voy. Soy así de poco práctico o de despistado. Con el Metro... y con casi todo. En mi "Cuaderno de Roma" escribí este poema, que excede con mucho del ámbito de la red de comunicaciones.


Dudas metropolitanas

¿Por qué

siempre me equivoco de puerta

y nunca acierto a determinar

si la uscita del vagón è di qua

o

di là?

¿Por qué

siempre

salgo del Metro

por la boca más lejana a donde me dirijo?

viernes, 3 de agosto de 2012

VOSTÉ ES MARICÓ?

Mi admirado Josep Pla a mi admirado Terenci Moix: "- Escolti, vostè no és el maricó del que tant parlen?".
Mi admirado Terenci Moix a mi admirado Josep Pla: "- Sí, per servir a vostè".