domingo, 6 de noviembre de 2016

ARAÑANDO HORAS AL SUEÑO, PERO LIGERAMENTE DESORIENTADO

Arañando horas al sueño se puede ver algo de cine, si uno no sabe gestionar la cosa de otro modo. Recientemente he visto "Pasolini", de Abel Ferrara (llego tarde a casi todo, esencialmente en temas de cine, pues no me gustan los estrenos ni las alfombras rojas: eso para las estrellas, yo voy a mi ritmo).
Afronté la película con algunos prejuicios volanderos, lo confieso: impresionado por la caracterización de Willem Dafoe; ilusionado por revisitar, de alguna manera, santos lugares pasolinianos; intuitivo a la hora de prever que posiblemente esto no estuviera a la altura de alguien tan grande como es el Maestro PPP, pero también en guardia, no puedo negarlo, tras leer a tanto personaje que suele ir de divino por la vida y por la Historia criticar despiadadamente la película, a Ferrara y al Cristo de los Faroles, si se hubiese puesto de por medio (porque nada está a la altura de sus conceptos, claro). Esto último me inoculaba el beneficio de la duda: si tanto critican estos, será que hay algo que me interesará.
Pero debo confesar que... pese a algunos detalles
razonablemente logrados, como el espíritu del despacho de Via Eufrate, algunas tomas de Roma, ver a Ninetto en carne mortal dando bandazos, las buenas caracterizaciones de Pasolini, Laura Betti y, si me apuran, de Susanna Colussi y familiares (muy dignas, también), o los guiños a "Petrolio", no creo que la obra esté a la altura de PPP. Para mi gusto, no.
Vive uno algunos ratos pasolinianos porque uno es así, carne de bolero (y tiene el imaginario pasoliniano a flor de piel), pero no me parece que sea una película inolvidable, la verdad.
Total, que me recuerdo arañando horas al sueño, pero ligeramente desorientado.


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